‘Eco de palabras’ se adentra en el pueblo gitano con una mirada a sus tradiciones y desafíos
El pasado 17 de octubre, tuvo lugar la segunda sesión de ‘Eco de palabras', el club literario de la Delegación de la ONCE de Madrid, que nació con un claro espíritu integrador y que pretende hacer de los libros verdaderos vehículos de la cultura en mayúsculas.
El encuentro versó sobre la novela “La maestra gitana”, de Lola Cabrillana, un alegato a favor de la dignificación de la mujer gitana, en la que su protagonista, Mara Torres, además de dar clases en un instituto como profesora de Historia, ayuda a su padre cada sábado en el puesto de sudaderas que tiene en el mercadillo. A lo largo del relato, como refirió Juan Carlos Villanueva, agente de Igualdad de la ONCE en la Comunidad de Madrid, se abordan temas tan vigentes y preocupantes como el acoso escolar, el racismo, los prejuicios y la discriminación de quienes son diferentes, a la vez que se hace una defensa de las raíces y los valores, los sueños de la adolescencia o la importancia del apoyo entre las personas. Sin duda, una historia poderosa que merece la pena por su estilo sencillo y emotivo, por cómo se forjan los personajes, y por su realismo y veracidad.
Para acercar la trama, más si cabe, a las personas asistentes al encuentro, se contó con la presencia de Sara Jiménez García, técnica de Intervención Social en la Fundación Secretariado Gitano, y con la propia Lola Cabrillana que explicó por qué decidió escribir este libro e incidió en el creciente racismo, en la formación como clave para el desarrollo de las personas y en su ejercicio profesional, como maestra de educación infantil en un barrio marginal y como escritora.
Sara emocionó con su testimonio cargado de sentido, autenticidad y cercanía. Nos hizo partícipes de su vida como joven gitana, estudiante de Magisterio en la universidad, en la que declaró haberse sentido sola por falta de referentes. Compartió sus sueños por salir adelante y se mostró decidida ante una realidad compleja como es la de conjugar los valores del pueblo gitano y la necesidad de avanzar en la sociedad.
Para Alberto Gil, técnico de Fomento de la Lectura, “contar con este tipo de experiencias enriquece a ‘Eco de palabras’ y lo dota de un plus de emotividad y reflexión”. De hecho, al hilo de lo comentado por Sara, expresó: “Las personas diferentes a menudo sentimos que cargamos con una gran responsabilidad, al ser juzgadas de forma generalizada en base a las experiencias previas de los demás con otras personas de similares características a las nuestras. Y esto nos sucede a quienes tenemos discapacidad, a quienes son de una raza diferente a la preponderante, o de un nivel social más bajo; lo que provoca una gran vulnerabilidad, ya sea en las aulas, en el mercado laboral o en la vida social”.
Juan Carlos destacó los valores que todavía perduran en la cultura gitana, cada vez menos presentes en la sociedad en general, como el respeto y el cuidado de los mayores, el apoyo familiar y vecinal ante las dificultades, o la destreza para encontrar soluciones a los problemas con pragmatismo y creatividad. También, puso de relieve el mayor esfuerzo que supone para las y los jóvenes gitanos finalizar sus estudios, acceder a oportunidades laborales y alcanzar sus metas. Asimismo, señaló: “La lectura de esta obra derriba multitud de falsas creencias perpetuadas y hasta naturalizadas a lo largo del tiempo acerca del pueblo gitano. Defiende a ultranza el valor del empoderamiento femenino y presenta estrategias para lograr su avance en la figura de esa profesora que cualquier colegio quisiera tener. A menudo, pensamos en una sociedad idílica, en la que prime el respeto y la aceptación de las diferencias, la inclusión, la igualdad, pero nunca la construimos, cuando el cambio debe empezar por cada uno de nosotros, aunque los sesgos y roles impuestos pesan mucho y atreverse cuesta”.
A juicio del agente de Igualdad, “el debate fue muy enriquecedor y muy positivo”. Transcurrió en dos partes diferenciadas: la primera, en la que las intervenciones se centraron en el abandono y el fracaso escolar de los chicos y chicas de etnia gitana, así como en los desafíos a afrontar de futuro para superar la brecha educativa existente, al haber estado excluidos del sistema educativo hasta los años ochenta. En la segunda, se abordaron otros aspectos directamente relacionados con la trama del libro. En esta parte, las personas asistentes expusieron aquellos matices, anécdotas, o personajes que más les gustaron e impactaron, además de plantear preguntas sobre las costumbres gitanas (las pedidas, las bodas, etc.), que fueron contestadas, tanto por Sara como por Samuel Amaya, también gitano y conductor en la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG), que se encontraba entre el público.
Finalmente, se emplazó a las personas participantes a asistir a la siguiente reunión del club el próximo 21 de noviembre, aunque esta vez la cita se trasladará al Museo del Traje, para disfrutar y compartir las impresiones de la lectura de “El hijo de la costurera”, de Nacho Montes. Ésta se enriquecerá con reproducciones de piezas de indumentaria de la colección, maniquíes que reflejan la evolución de la silueta y una textilteca de carácter tiflológico, además de una pequeña exposición o charla sobre la figura del modista Cristóbal Balenciaga por parte de María Victoria Calandra Reula, técnica del Departamento de Difusión, áreas de Educación y Responsabilidad Social del Museo.
La sesión se cerró con la entrega de un ejemplar del cuento multiformato “Maria Montessori”, de Maria Cecilia Cavallone, perteneciente a la colección “Mis pequeños héroes”, y la oportuna felicitación cantada a Sara por su cumpleaños, animándola a continuar luchando con el mismo entusiasmo e ilusión por derribar estereotipos, prejuicios y sesgos con tanta claridad y frescura, porque, como destacó Juan Carlos, “aquello que no se conoce, no se puede amar. Sastipén talí (en caló, salud y libertad)”.
La obra comentada está disponible en el catálogo de Daisy, en la Biblioteca Digital de la ONCE, con número 0357047, leída por Sandra Estivill Román y una duración de 12 horas y 52 minutos.
—Claro que te ayudo, cuenta conmigo para lo que necesites. Sólo quiero que no te dejes llevar y no dejes de ser tú misma. Las mujeres gitanas tenemos en nuestras manos el cambio, y cambiar no significa que no hagas tu pedida, y tu pañuelo, si quieres. El cambio está en que tenemos que dejar de ser la mitad de algo para ser nosotras mismas. Formarnos y prepararnos con estudios para tener herramientas con que defender nuestros derechos.
CABRILLANA, Lola. La maestra gitana. Barcelona: Grijalbo, 2023, p. 172.
ISBN 978-84-253-6364-1.
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