Los duendes traviesos de la Navidad se vuelven más inclusivos que nunca
La Navidad tiene un sonido característico: el chas-chas de un duende escondiéndose después de hacer una travesura. Y este año, ese sonido llega acompañado de otro especial: el tacto del Braille, porque Mi Duende Mágico estrena su primera colección accesible, en colaboración con la ONCE, para que la magia navideña pueda sentirse con los ojos, y también con las manos.