María Manzanero se cuelga el bronce en el Grand Prix de Judo de Tokyo

Los judocas paralímpicos españoles siguen cosechando éxitos en los campeonatos internacionales y, en el Grand Prix de Tokyo, fue la madrileña María Manzanero la que se colgó la medalla de bronce tras cuajar una gran actuación sobre el tatami del centro Kodokan de la capital japonesa, considerado la cuna de este deporte. 

Manzanero comenzó la competición venciendo a la kazaja Tlekkabyl por ippon; en su segundo combate perdió ante la argentina Paula Gómez, pasando a la repesca en la que fue clara vencedora. Allí se enfrentó a la moldava Ina Cernei a la que venció en el ‘Golden Score’ (punto de oro) tras más de cuatro minutos de intensa lucha entre ambas judocas. En el combate por la medalla de bronce, la madrileña venció a la brasileña Larissa Silva tras un Ippon por luxación. 

Esta medalla refrenda el buen trabajo que está llevando a cabo el equipo paralímpico español de judo de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), a pesar de la complicada primera jornada que vivieron los otros tres judocas que viajaron hasta la capital nipona. 

En la misma, el madrileño Daniel Gavilán ganó su primer combate, perdió el segundo y volvió a caer en el enfrentamiento de repesca. Por su parte el aragonés Sergio Ibáñez perdió en su primer combate y la vallisoletana Marta Arce no pudo participar tras sufrir una pequeña lesión durante el calentamiento. 

El judo, un deporte con mínimas adaptaciones

El judo es uno de los deportes con menos modificaciones para personas ciegas y sólo es preciso que los combates se inicien con los dos deportistas agarrados. Si se sueltan, el árbitro para con el objetivo de que vuelvan a cogerse.

Actualmente, existen dos categorías de competición, J1 (ciegos) y J2 (discapacidad visual) con mínimas modificaciones entre ellas como el acceso con asistencia al tatami o en cuanto al indicativo de la vestimenta. 

Con esta nueva normativa, aprobada tras los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, los judocas J1 y J2 no compiten entre ellos a menos que no haya suficientes participantes, por lo que bajo mutuo acuerdo, pueden hacerlo.

Existen también, algunas otras modificaciones, relativas a la forma de transmitir por parte de los árbitros a los deportistas las señales, ya que no lo podrán hacer por gestos, tal y como se hace habitualmente. Además, en este deporte existe una alta participación de personas con sordoceguera, por lo que la forma de darles los avisos también está adaptada al tacto y recogida en el reglamento.