El alumnado de ESO del CRE de Madrid conoce al tacto los microorganismos acuáticos gracias a un proyecto de la UCM

Los alumnos y alumnas de Educación Secundaria (ESO) del CRE de la ONCE en Madrid han podido conocer a través del tacto los principales elementos de los ecosistemas acuáticos, a través del taller “Mundos ocultos: tiflodidáctica aplicada a la enseñanza de microorganismos acuáticos y su impacto en la sostenibilidad ambiental”. Se trata de un proyecto de Aprendizaje-Servicio desarrollado por el Grupo de Investigación Sostenibilidad, Ciencia y Arte de la Universidad Complutense de Madrid (SCIART-UCM), financiado por la UCM a través de la Oficina de Aprendizaje y Servicio y apoyado por El Planetario de Madrid, el propio CRE y la Cátedra Extraordinaria ONCE-Tiflotecnología de la misma Universidad, y el proyecto Innova Docencia SENSIVISUAL-UCM-IV.

Los ecosistemas acuáticos están repletos de microorganismos de gran importancia ecológica que sufren el impacto del cambio climático y la acidificación oceánica. Así, el proyecto pretende dar a conocer estos organismos, de habitual solo visibles a la lupa binocular, microscopio óptico o microscopio electrónico, haciendo hincapié en su importancia medioambiental a través de talleres dirigidos a la infancia, y aplicando métodos de Tiflodidáctica. A través del tacto, los asistentes a los talleres pueden descubrir las formas y volúmenes de 14 grupos diferentes de microorganismos, explorando con sus propias manos modelos tridimensionales producidos mediante sistemas de prototipado tridimensional (impresión 3D en resina).

De la mano de cuatro alumnos de la Facultad de Ciencias Geológicas (Max, Jesús, Ainhoa y Azael), encargados de impartir el taller, y bajo la coordinación de José Carlos Espinel y María de Iracheta, de la Facultad de Bellas Artes, y Concha Herrero, de Ciencias Geológicas, los estudiantes del CRE repartidos en cuatro grupos -correspondientes a cada uno de los cursos de ESO-, asistieron a este taller celebrado en el propio centro, el pasado 11 de abril. “Estamos viendo unos microorganismos marinos que habitaron en otros periodos de la historia y estamos aprendiendo cómo eran los diferentes aspectos de su biología”, nos contaba Adam, alumno de 4º, durante la celebración del taller.

► VIDEO MUESTRA DE LA ACTIVIDAD DEL TALLER

Para su impartición, el alumnado e investigadores de la Facultad de Bellas Artes han modelado y producido los modelos tridimensionales de los microorganismos seleccionados por los investigadores y estudiantes de Ciencias Geológicas, quienes además han desarrollado e impartido estos talleres. Un material, que según explicaba José Carlos Espinel ha sido diseñado en resina mediante impresoras 3D y luz ultravioleta, y que, en el caso de los alumnos con discapacidad visual se ha completado con otro tipo de adaptaciones a recomendación de la ONCE y, en concreto de Jaime Muñoz, profesor de Matemáticas y Ciencias Experimentales del CRE y colaborador del proyecto.

Asimismo, los miembros del equipo de trabajo, incluido el alumnado de la Facultad de Ciencias Geológicas que imparte los talleres, asistieron previamente a un seminario de “Formador de formadores” orientado a técnicas de enseñanza tiflológicas impartido en el CRE de la ONCE en Madrid.

Una actividad diferente, inclusiva y muy positiva

Según explicaba la coordinadora del proyecto, Concha Herrero, de inicio “los talleres se plantearon como una actividad inclusiva”, ya que aunque “se diseñaron para asistentes con diversidad visual, están abiertos a personas sin problemas en la visión -como los realizados en el Planetario de Madrid-, de tal forma que el proceso de aprendizaje tiflológico se aplica no solamente a aquellas personas con dificultades visuales sino que será el proceso de aprendizaje aplicado para todas las personas asistentes a los talleres”. De esta forma, los asistentes sin discapacidad visual, a la vez que descubren un mundo “invisible”, aplican el sentido del tacto aprendiendo sobre las dificultades de aprendizaje a las que se enfrentan las personas ciegas. “Sirven también para sensibilizar sobre la realidad de estas personas”, asegura.

En el caso de los alumnos del CRE de la ONCE, sin duda, la experiencia ha resultado todo un éxito y ha conseguido despertar el interés de los chavales, tal y como cuentan Paula (3º de ESO) y Berta (1º de ESO), a pesar de que la mayoría de ellos no tenía ningún conocimiento sobre la materia, ni siquiera los mayores, como asegura Adam. Otros, como Mauro, también de 1º, aunque sí conocía algunas de las explicaciones, nos contaba muchas cosas nuevas que ha aprendido gracias a este taller. En lo que todos coinciden es que gracias a los materiales utilizados y las explicaciones recibidas han podido hacerse una clara idea de esos microorganismos que habitan en los ecosistemas acuáticos.

Pero la experiencia no solo ha resultado positiva para los alumnos y alumnas, sino también para los estudiantes de Ciencias Geológicas encargados de la enseñanza, que se sorprendieron por el gran interés de los chavales, como comentaban Max y Ainhoa, e incluso para sorpresa de los maestros del CRE que participaron de la experiencia, como Carlos Mallo quien reconocía que “los chicos son muy claros cuando algo no les gusta”.

Tanto Jaime como Carlos explicaban que este tipo de enseñanza, basada en el uso del tacto, “les viene muy bien a los alumnos, porque con el tema digital es algo que están desaprendiendo”. 

Un proyecto con vocación de futuro

El Aprendizaje-Servicio es una modalidad educativa que combina la formación académica con la participación en proyectos sociales en la comunidad. “Al involucrarte en este proceso, no solo adquieres conocimientos, sino que también contribuyes a resolver necesidades y problemas sociales”, explica Concha Herrero. 

La comunidad se beneficia del servicio del alumnado mientras ellos aprenden y se desarrollan. Según dice la propia Oficina de Aprendizaje y Servicio de la UCM, es fundamental integrar el Aprendizaje-Servicio de manera pedagógica en el plan de estudios y el programa de aprendizaje, de lo contrario, corre el riesgo de convertirse únicamente en una actividad de servicio comunitario. El enfoque siempre busca alcanzar un doble propósito: adquirir conocimientos y habilidades tanto prácticas como actitudinales.

Este proyecto de las facultades de Bellas Artes y Ciencias Geológicas de la UCM aúna el conocimiento de investigadores de las dos áreas para llevar a cabo unos talleres que se alinean con diferentes Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por las Naciones Unidas: ODS 4: Educación de calidad, ODS 10: Reducción de las desigualdades, ODS 13: Acción por el clima y ODS 14: Vida submarina.

“El resultado de esta primera experiencia, que ha consistido en nueve talleres entre los del Planetario y el del CRE, podemos decir que ha sido muy satisfactorio”, asegura la coordinadora del proyecto, “ahora queda pulir algunas cosas con las aportaciones que hemos recibido y esperemos que el año que viene podamos volver a estar aquí”, concluye. 

 VIDEO MONTAJE FOTOGRÁFICO

Yolanda S. Baglietto