2020, BALANCE DE UN AÑO QUE NUNCA OLVIDAREMOS

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Este 2020 ha sido un año muy diferente y extraño. La actividad del Consejo Territorial y de la Delegación Territorial , como todo en nuestra vida, se ha visto fuertemente afectado por esta grave pandemia que nos invade.

Toca despedir a este 2020, un año que comenzó con mucha ilusión, en la buena senda de continuar con los cinco años consecutivos de crecimiento en las ventas de juego y con un buen ritmo de prestación de servicios sociales. El Consejo Territorial inició al año con actividades como el Encuentro con usuarios y aspirantes a tener un perro guía; actividades entorno al Día de la Mujer... nuevos proyectos y retos. sin siquiera intuir que a partir de mediados de marzo la ONCE, como el resto de la sociedad española, tendríamos que adaptarnos a una compleja situación que ponía en riesgo nuestra salud.

El 14 de marzo se suspendieron los sorteos y los vendedores y los demás trabajadores nos marchamos a casa. Pero no decaimos, y desde nuestras casas, con todo el esfuerzo y el cariño, quisimos estar muy cerca de aquellos afiliados que más lo necesitaban. Desde la Delegación Territorial, y con los trabajadores que no fueron a ERTE desde el 5 de abril, estuvimos cerca de los afiliados más necesitados, los mayores que vivían solos, aquellos otros que precisaban ayuda psicológica o un voluntario de ONCE para comprar alimentos o medicinas, para los que precisaban ayuda en el uso de las tecnologías, para esos otros a los que se tuvo que ayudar a buscar recursos que paliaran su situación de extrema fragilidad.

El Consejo Territorial, a través del Plan ONCERCA, y gracias a su red de colaboradores, pudo contactar con todos los afiliados y afiliadas de Madrid, y detectar todas aquéllas situaciones vulnerables, para ponerles solución en coordinación con la gestión, derivando y orientando aquéllos casos detectados.

La gestión de la Delegación Territorial no dejó de llamar a todos los trabajadores y trabajadoras que estaban en ERTE para escucharles, transmitirles ánimo y esperanza.

Desde el 16 de marzo y hasta el 14 de junio, los profesionales de Servicios Sociales de la Delegación Territorial de Madrid realizaron un total de 12.265 contactos e intervenciones con afiliados. Se han dirigido a personas mayores en residencias, afiliados en situación de vulnerabilidad por edad, situación social o familiar, atención psicológica, de bienestar social, tiflotecnología y voluntariado.

Además del trabajo que estuvieron realizando los profesionales de servicios sociales, por parte del equipo de gestión se mantuvieron contactos con afiliados y con trabajadores.

El total de contactos realizados por el equipo de gestión desde el 16 de marzo al 14 de junio ha sido de 36.205.

Fue un esfuerzo muy importante, pero sin duda supimos seguir haciendo lo que mejor sabemos, estar cerca los unos de los otros, apoyarnos y ayudarnos en una situación tan complicada como fue el confinamiento.

Ya en el mes de mayo, la desescalada, concepto desconocido hasta entonces, empezó a cobrar forma, nos pusimos en marcha, nos preparamos para volver a salir a las calles, para poder volver a prestar servicios a los afiliados, todo ello con las más estrictas medidas de seguridad sanitaria.

Por fin el 15 de junio, volvimos a abrir nuestros centros y nuestros quioscos, los compañeros vendedores salieron de nuevo a la calle a pesar del lógico miedo, pero con ganas de seguir ofreciendo a la gente ilusión y esperanza. Del 15 al 30 de junio fueron incorporándose todos los trabajadores y profesionales del área de servicios y se comenzó, con prudencia y con todas las medidas sanitarias e higiénicas a prestar de nuevo los servicios, para enseñar a utilizar un bastón, para graduar unas lentes, para probar filtros, para que se pudieran afiliar aquellas personas que lo necesitaban...

Nos subimos al “carro” telemático, y comenzamos a generar actividades on line, con algo de vértigo, pero con una excelente respuesta por parte de nuestros afiliados y afiliadas. En el área de Animación y Deporte, tuvimos que preparar durante el verano una nueva forma de hacer talleres, monográficos y animación, a distancia y con tecnologías que permitiesen seguir disfrutando de opciones de ocio y nuestros tiflos han tenido que aprender también a resolver incidencias para utilizar el Zoom o el Skype a los afiliados. El Consejo Territorial se ha reinventado, generando actividades telemáticas, con gran éxito de participación. Especial mención merece la Semana del Mayor, que superó nuestras expectativas de participación y satisfacción de los asistentes.

Desde que los vendedores volvieron a las calles el 15 de junio y hasta el 31 de julio, un centenar de directivos y mandos intermedios les visitaron personalmente en sus puntos de venta, un total de 1601 compañeros y compañeras vendedores para animarles y darles todo el apoyo.

Las ventas han experimentado un importante descenso que se traducirá en menos ingresos, pero a partir de ahora confiamos en poder remontar e ir creciendo poco a poco, gracias a la profesionalidad de nuestra red de ventas. Mientras tanto, tendremos que ajustarnos a las necesidades que se vayan generando pero sin perder la calidad de los servicios que prestamos a los afiliados.

Es importante resaltar que el porcentaje de afiliados distintos usuarios de algún tipo de servicio, desde los de atención personal como la rehabilitación, la tiflotecnología o el apoyo psicosocial, o de aquellos otros como son la animación socio cultural, las descargas de libros y películas a través del club ONCE o de las aplicaciones de GOLD y APOLO..., no ha dejado de crecer y a fecha 30 de noviembre era ya de un 48,1%, porcentaje casi idéntico al mismo período de 2019, lo que demuestra el importante trabajo que se está realizando desde el área de servicios, especialmente por nuestros profesionales y del esfuerzo que se realizó durante los peores momentos del confinamiento.

Lamentablemente, tanto desde el Consejo como desde la Delegación, tuvimos que suspender grandes eventos, como el Día de la ONCE o Santa Lucía, días en los que todos y todas nos encontrábamos y compartíamos todos los años momentos divertidos y entrañables... Esta vez, no pudo ser, al menos presencialmente.

En resumen, este ha sido un año difícil, que nos ha planteado un reto que hemos intentado afrontar con esfuerzo y mucha dedicación. Se han quedado proyectos en el tintero, que retomaremos en cuanto podamos reiniciar las actividades presenciales.

Abordamos ahora el 2021, que comienza con mucha ilusión y ganas de seguir adelante. Somos conscientes de que la tecnología se ha instalado para quedarse en nuestras vidas, pero no renunciaremos a modelos mixtos (presenciales y telemáticos) que favorezcan la participación de todos y todas.

Por parte del Consejo Territorial, entre nuestros proyectos inmediatos, con los que iniciamos este nuevo año, se encuentra “Los Mayores y la Tecnología”, en el que, a través de voluntarios jóvenes, podamos formar a personas mayores en diferentes herramientas tecnológicas que mejoren su comunicación cotidiana (redes sociales, programas de conexión telemática...).

Por otra parte, lanzaremos también con mucha ilusión un concurso para universitarios afiliados, del que os daremos en breve más información.

No cabe duda que 2020 nos ha enseñado muchas cosas. Afrontamos un Año Nuevo cargado de nuevos proyectos y con la certeza de que volveremos a encontrarnos en nuestras actividades que, desde ya, estamos planificando con todo nuestro entusiasmo. Despedimos este 2020 lamentando la pérdida de muchas personas, adaptándonos a vivir sin abrazos y con distancia, pero con la esperanza de que 2021 sea el año en el que vencimos definitivamente al Coronavirus para seguir estando siempre cerca.

La Delegación y el Consejo Territorial os envían sus mejores deseos para este 2021.

Luis Natalio Royo Paz, delegado territorial

Teresa Rodríguez Peco, presidenta del Consejo Territorial

 

 

 

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