Sembrando Igualdad: Regalando mensajes y flores en torno al 8M

Tras el éxito del año pasado, con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, la Delegación de Madrid, en colaboración con el Consejo Territorial, puso en marcha la iniciativa solidaria ¡Siembra igualdad!, que consistió en regalar a nuestros compañeros y compañeras un mensaje y una flor a cambio de donar un euro.

Finalizado el período fijado para el envío de propuestas y votación de proyectos, se destinarán a Mujeres Unidas contra el Maltrato, una asociación que se dedica a ayudar, acompañar y proteger a mujeres víctimas de maltrato psicológico, sexual y/o económico, para que pasen de víctimas a supervivientes, además de concienciar a la sociedad de que las mujeres que viven esta situación, y no son capaces de separarse del agresor, necesitan apoyo externo para comenzar una vida independiente y libre.

Como novedad, esta edición dispuso de un atractivo mural, que contenía los dibujos de una regadera y una margarita. De este modo, cada persona podía añadir unas pequeñas hojas de papel adhesivo, troqueladas en forma de flor de distintos colores, con una inscripción o texto a favor de la igualdad de género. Éstas, simulando pequeñas gotas de agua, se fueron ubicando debajo de la regadera, para que esa flor de la igualdad, sembrada y cultivada entre todos y todas, creciera y no se marchitara nunca. En dicho panel, podían leerse mensajes como: “Somos fuertes, somos valientes, somos únicas”; “¡Feliz día a todas las mujeres!”; “El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente (Simone de Beauvoir)”; “Amor propio”; “Eres fuerte y valiente. Eres mujer”; “Juntas, podemos”; “¡Vivan las mujeres luchadoras!”; “¡Madres sois las mejores!”; “Por ti, mujer” o “Cada día es #8M”.  

Finalmente, como afirma el Agente de Igualdad de la ONCE en la Comunidad de Madrid, Juan Carlos Villanueva Mateo, que aprovechó para enviar varias rosas y expresar sus deseos en una fecha tan señalada, “debemos recordar la importancia de seguir regando y abonando el terreno cada día en nuestro entorno, con la familia, las amistades, los compañeros y compañeras de trabajo; etc. La igualdad se fomenta y promueve con leyes que otorgan derechos equitativos a todas las personas, pero los comportamientos que llevan a ella se normalizan con su práctica diaria; y sólo así se generan sociedades en las que se respeta al prójimo y, por tanto, sus derechos, independientemente del género, orientación sexual y religiosa, discapacidad o modo de vida, desde la naturalidad de considerar a cada individuo como alguien único y valioso. La igualdad es un reto común, y cada día debería ser 8 de marzo, para que los 8 de marzo no tengan que ser días en los que recordar la necesidad de fomentarla”.