José Luis Macías Delgado, mejor vendedor de la ONCE 2014 en la Comunidad de Madrid

José Luis Macías Delgado ha sido uno de los veintidós vendedores seleccionados como los “Mejores Vendedores de la ONCE 2014”, él en este caso dentro del ámbito de la Comunidad de Madrid. José Luis lleva dedicado a la venta de juegos de la ONCE desde el 2 de enero de 1992 y ha pasado por diferentes puntos hasta llegar al actual, situado en el Centro Comercial San Ignacio del madrileño barrio de Carabanchel. Al igual que los demás galardonados, este vendedor pudo disfrutar de un fin de semana de convivencia y compañerismo, además de asistir a la gala organizada en homenaje a ellos durante los pasados días 6 y 7 de febrero.

Pregunta.- José Luis, ¿qué ha supuesto este reconocimiento público a tu labor como vendedor de la ONCE?

Respuesta.- Ha supuesto una valoración y reconocimiento al esfuerzo diario, que no es poco. Estoy muy contento de que te digan “¡¡BIEN!!”.

P.- ¿Cómo y cuándo te enteraste de que habías sido seleccionado como el mejor vendedor de 2014 y cuáles crees que han sido los motivos?

R.- Estaba de vacaciones en Encinasola (Huelva) y me llamó mi director de agencia, José Antonio Sánchez López, al cual agradezco las facilidades que me ofrece para desempeñar mi trabajo, al igual que a los administrativos y gestores comerciales que he tenido a lo largo de estos años. En cuanto a los motivos, creo que la constancia y la empatía con el público. Cuando me llamó pensaba que era broma.

P.- En tu caso, al vivir en Madrid, quizá la ceremonia de entrega de galardones y el posterior programa de actividades haya creado menos expectativas que entre tus compañeros. Cuéntanos, ¿cómo lo has vivido?

R.- Bueno, no he viajado ni en tren ni en avión, lo he hecho en taxi, pero me basta con el fin de semana tan intenso y emotivo vivido. Me gustaría agradecer a Emilio Martínez, de ILUNION Viajes 2000, y a Carmen Estriégana, de la Dirección General, la atención y el cariño que nos dedicaron.

P.- Durante la ceremonia de entrega de galardones hubo sorpresas para todos vosotros, ¿cuál fue la tuya?

R.- Mi sorpresa fue ver fotos mías con mi familia de estos años pasados. Fue un momento muy emotivo.

P.- ¿Qué tipo de experiencias o impresiones has podido intercambiar con los otros veintiún vendedores galardonados?

R.- Todas buenas, y, al ser de Madrid, me tocó hacer de Cicerone durante una hora que nos dejaron libre. He conocido a gente muy maja que, de no haber sido por la ONCE, jamás habría conocido.

P.- A lo largo de estos 23 años de desarrollo profesional tendrás anécdotas de todo tipo, ¿cuáles recuerdas con más cariño?

R.- En mayo del 96, repartir el 90864 a una señora de cincuenta y tantos años que tenía el marido muy enfermo y ella limpiaba escaleras a pesar de estar enferma también. Le vendí dos cupones. El abrazo y las lágrimas de agradecimiento de esta mujer se quedaron conmigo para siempre. Hace un año también di un Rasca de 750 euros del 7½ y la señora no se lo creía, tuve que ir con ella al banco. La verdad es que hay muchas, todas emotivas.

P.- ¿Has repartido muchos premios a lo largo de toda tu trayectoria?

R.- El que he comentado de mayo del 96, ese mismo año en diciembre di al 48062 y en el 2008, uno de viernes, el 22708.

P.- ¿Cómo dirías que son tus clientes en la actualidad y qué tipo de relación te gusta establecer con ellos?

R.- Escucharles, a veces decirles lo que quieren oír. Hay “mucha soledad y poca comunicación”, sobre todo entre las personas mayores. Me gusta decirles un “buenos días” distinto a cada uno de mis clientes.

P.- Si echas la vista hacia atrás, hasta llegar a hoy, una vez vivida esta experiencia, ¿cómo definirías en general la labor cómo vendedor de la ONCE?

R.- Positiva. Ha hecho posible sueños y poder solucionar problemas. Me ha proporcionado la oportunidad de relacionarme con muchísima gente a la que “has apoyado y te han apoyado”.

P.- Un consejo o mensaje para aquellos compañeros que empiezan ahora o para quienes tienen menos experiencia.

R.- ¿Consejos? Uff!, es difícil darlos, pero bueno, salir a trabajar con positividad porque el “no” de la crisis ya lo tenemos. Hay que intentar revertirlo en la medida en que cada uno pueda.