¿Historia compartida o historia mal repartida?: Presentación literaria de Julia Navarro

Julia Navarro firmando libros

Por invitación de la compañía editorial internacional Penguin Random House, el pasado 1 de marzo, el coordinador del Club Braille, Alberto Gil Pardo, y el Agente de Igualdad de la ONCE en la Comunidad de Madrid, Juan Carlos Villanueva Mateo, tuvieron la oportunidad de asistir a la presentación del nuevo libro de la escritora y periodista Julia Navarro Fernández: "Una historia compartida: con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos". Fue celebrada en el Teatro Fernando de Rojas, ubicado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La obra rinde homenaje a un elenco de mujeres que han protagonizado la historia, desde diosas hasta reinas, desde cortesanas hasta científicas, desde actrices hasta santas, desde escritoras hasta políticas… Como escribe la propia Julia en la cubierta trasera: “Hemos estado en todas partes, aunque un manto de silencio se empeñara en cubrirnos o ignorarnos. Eso sí, no podemos contar las historias de estas mujeres sin tenerlos también en cuenta a ellos, porque, desde el principio de los tiempos, las vidas de hombres y mujeres han estado entrelazadas y no se explican las unas sin los otros; es decir, con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos o con la ignorancia de ellos. Por eso, este libro no es sólo la historia de ellas, sino la de todos, pero contada no a través de la supremacía masculina, sino desde un lugar común. […]. Este libro es un relato personal, un viaje a través de mis inquietudes y lecturas, mi encuentro con historias protagonizadas por mujeres, ya sean reales o criaturas literarias, sin olvidar el papel de los hombres que estuvieron cerca de ellas, para bien o para mal”.

La cantante, compositora y comunicadora Sheila Blanco Gutiérrez inauguró el acto. Acompañándose únicamente por un piano, puso voz y ritmo a: "Negra sombra", de Rosalía de Castro (1880); "En la tierra de nadie", de Carmen Conde (1960), y "Roja, toda roja…", de Elisabeth Mulder (1929), temas incluidos dentro de su álbum "Cantando a las poetas del 27" (2020), los cuales conmovieron al público y otorgaron un cariz más intimista a la velada. Al finalizar la interpretación, y fundirse en un emotivo abrazo con la autora, entraron al escenario su editor y, además, director literario del Grupo, David Trías Rojas, el filósofo y ensayista José Antonio Marina Torres, el periodista, editor y escritor Juan Cruz Ruiz y la ministra de Defensa Margarita Robles Fernández.

Un momento de la presentación con todos los participantes sobre el escenario

De las intervenciones, en la que no pudieron faltar los agradecimientos al personal de Plaza & Janés y a la propia autora por este libro tan personal e íntimo, Juan incidió en el pormenorizado repaso a las figuras que jalonan el personalísimo viaje sentimental de Julia, desde la Cleopatra egipcia, junto a Julio César y Marco Antonio, a mujeres escritoras (como la poeta y novelista nicaragüense Gioconda Belli Pereira) o los paseos con Javier Marías Franco, en un verdadero recorrido cultural de alcance que presenta la HISTORIA en mayúsculas con la maestría de quien se constituye en guía certera de los paisajes y los nombres.

Por su parte, José Antonio ligó esta historia (para él, “mal repartida, más que compartida”) a anécdotas propias, destacando a la actriz de cine e inventora austriaca Hedy Lamarr, de la que él se sintió enamorado durante su adolescencia, como mujer injustamente olvidada en lo relacionado con las conexiones de banda ancha, tan necesarias hoy día para el uso del wifi; la alusión al capítulo sobre las monjas; y otro de los olvidos de una científica: Rosalind Franklin, que inició el estudio del genoma humano. No quiso dejar de lado, tampoco, a la labor del Lyceum Club Femenino durante los años 30, con alusiones a María de Maeztu, Carmen Martín Gaite o Concha Méndez. Ante la cuestión de que se echaban en falta menciones a mujeres políticas actuales, Julia lanzó el reto a las jóvenes generaciones periodistas del futuro, para que haya la necesaria distancia.

Margarita se centró en anécdotas personales, compartidas con Julia, como la tradición de sentarse en Navidad ante el televisor para ver Lo que el viento se llevó (1939), la lectura de los relatos de Enid M. Blyton o las historias de Louisa May Alcott. Puso en valor el papel jugado por las mujeres del pasado en pro del feminismo y fijó el acento en la lucha desde la humildad y la sencillez de quienes eligieron la libertad, aun a costa de pagar un alto precio e incluso, lo siguen pagando, ya sea en Afganistán, Irán o Ucrania, mujeres que no aparecen en los libros, pero que se abren paso y ayudan a construir y dejar un mundo mejor.Portada del libro

Por último, Julia comentó “que es un diálogo conmigo misma y un diálogo por todas aquellas mujeres que no están en los libros de texto, que a la mayoría de ellas yo las he tenido que encontrar o me he encontrado con ellas a través de lecturas o a través de otras anotaciones, y yo creo que una de las grandes cuentas pendientes que tiene nuestro sistema educativo es revisar los libros de texto y que los escolares, desde primaria, pasando por secundaria, por el bachillerato y por todas las etapas, que empiecen a tener en cuenta a todas estas mujeres; que están ahí y que han dejado una huella muy importante, tanto en el terreno de la Ciencia, como en el de la Filosofía, en el Arte, la Literatura, y que, sin embargo, solamente conocemos el nombre de unas pocas”. Conmovió a los asistentes con detalles, como el homenaje a su familia, centrado en sus abuelos y su madre (que le enseñó a leer), aunque sin olvidar tampoco a su marido, Fermín Bocos Rodríguez, y a su hijo, Alejandro Bocos Navarro. Recordó experiencias de la niñez, con las monjas y su férrea educación, reconociendo, por el contrario, a las misioneras y misioneros que son siempre los que se quedan cuando los demás se van, y de su adolescencia en el Café Gijón, queriendo ser existencialista, como Simone de Beauvoir, o al compartir sus viajes por el Mediterráneo. Más aún, emocionó al homenajear a mujeres a las que se les hurta la nacionalidad o ciudadanía, como la activista y política griega Melina Mercouri o Khadija Amin, la periodista afgana que abandonó patria y familia para salvarse de los talibanes, refugiándose en Madrid, y para la que pidió un aplauso al encontrarse en la sala, a la vez que reiteró, siguiendo a Margarita: “Ella, como tantas mujeres, pagaron un precio altísimo por la libertad”.

Un libro que surge durante la pandemia, pero que queda aparcado ante la publicación de su novela "De ninguna parte" (2021) y que siente la necesidad de retomar, aunque de forma inconsciente la exponga en exceso, algo de lo que dice arrepentirse, si bien, para admiradores y lectores, resulta fascinante. Quienes estuvieron allí, no pudieron por menos que sentirse privilegiados por asistir a este acontecimiento literario, al que no faltaron personalidades del ámbito político, como Felipe González Márquez.

Al tiempo de las firmas, durante el cóctel, Juan Carlos aprovechó la oportunidad para comentar con Julia y David el papel que estaba desarrollando en favor de la igualdad a través de la cultura (especialmente, en el ámbito de la literatura con valores y la lectura en braille), algo que le pareció digno de encomio, con su habitual cercanía y sencillez; esa misma sencillez a la que la Ministra de Defensa se refería.

Juan Carlos Villanueva Mateo

Agente de Igualdad ONCE Madrid

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