En noviembre, el Club Braille de Madrid toca la pintura

El 15 y el 22 de noviembre, las personas que asisten a las sesiones de tardes de braille, cada miércoles, han podido conocer de primera mano las reproducciones en relieve de los nueve lienzos de la historia de la pintura que hasta ahora se han venido adaptando en el Servicio Bibliográfico de la ONCE (SBO). Dichos lienzos se remiten a las tiflotecas de los centros, junto con el resto de réplicas tridimensionales de elementos literarios.

Unos y otras forman parte del Rincón del Relieve y su objetivo es fomentar la lectura a partir de los títulos de libros que se sugieren, al hilo de su temática.

Esta actividad ha permitido  los participantes realizar un viaje a través del Arte, desde Piero della Francesca, en el siglo XV, hasta Salvador Dalí (1904-1989), pasando por Johannes Vermeer, Francisco de Goya, Caspar David Friedrich, Joaquín Sorolla, Pablo Picasso y Joan Miró.

Obras pictóricas tan conocidas como La joven de la perla, La maja desnuda o Paseo a la orilla del mar se hacen tangibles gracias a la técnica ultravioleta del relieve, con el empleo de materiales, tales como el barniz, la goma EVA o el fieltro.

Y junto al cuadro, un código QR y una guía en braille que pone en contexto, sugiere libros que están disponibles en el catálogo de braille o DAISY y presenta el recorrido táctil en el que se describe la composición, incluyendo los colores y la situación espacial del modelo.

El braille se hace muy presente como complemento a la experiencia táctil de la pintura, tradicionalmente considerada como sensación visual. Y eso a pesar de la cita que encabeza este artículo. Pero la certeza genial de Leonardo da Vinci.

Añadido a todo ello, aprovechamos las sesiones para, al hilo de lo que se decía el pasado mayo al celebrar el Día Internacional de los Museos, poner en valor el papel trascendental que la mujer ha desempeñado en la historia de la pintura, tantas veces ocultado. “Mujeres que ejercen de musas para dar pie a tesoros pictóricos, mujeres olvidadas que pintan en silencio, creando poesía muda”, como declaraba el Agente de Igualdad de la ONCE en la Comunidad de Madrid, Juan Carlos Villanueva.

Sin duda merece la pena aprovechar este tipo de recursos, junto al braille, porque motivan a su práctica y se constituyen en fuente de aprendizaje mediante los sentidos.

Al igual que las personas que integran el Club Braille, quienes se acerquen a la tifloteca que se encuentra en la 2.ª planta de la Delegación Territorial, podrán descubrir la belleza que transmiten los pintores en sus obras. Emociona tocar el turbante y la perla que adornan la figura de Vermeer, la belleza serena de la mujer e hija de Sorolla paseando por la playa en Valencia o ese hombre solitario en medio de las ruinas de Fiedrich.